Mr. Miracle N°1
Tom King & Mitch Gerards
Alerta de Spoilers:
en esta reseña se menciona todo lo que sucede en el comic. Si no querés
enterarte que pasa en el mismo, dejá de leer ahora!!
En este comic de Tom King no pasa… pero nada! Teniendo esto
en cuenta cabe resaltar que la principal virtud de Tom King en la construcción
de la historia son los diálogos. Ya lo viene demostrando en sus guiones para
Batman donde más que los acontecimientos en sí, lo que más resalta son los (a
veces hasta soberbios) diálogos entre los personajes que protagonizan el comic.
En este primer número de la miniserie de Mr. Miracle nos
encontramos con Scott tirado en el baño con las venas cortadas, Barda lo lleva
al hospital donde le salvan la vida. Conocemos entonces que Mr. Miracle es el
artista de escapismo popular que todos conocemos y que es abordado en una
entrevista televisiva sobre su intento de suicidio, a lo que muy campante
contesta “nunca había escapado a la muerte”.
A raíz de este episodio Scott recibe las visitas de Orion y
Highfather. Con posterioridad Scott tiene un dialogo con Oberon, pero nos
enteramos por medio de Barda que el pequeñin lleva muerto unos meses debido a
un cáncer provocado por su adicción al tabaco.
En la escena final Orion se comunica con Scott por medio de
una mother box y le cuenta que Highfather está muerto, Darkseid dominó la
antilife ecuation y tanto Barda como él parten por un tubo boom hacia New
Genesis para preparase para la batalla.
En pocas líneas entonces se puede resumir lo que sucede en
este comic pero los excelentes manejos de tiempos y naturales diálogos de Tom
King hacen que la lectura sea amena y se torne dinámica.
El dibujo de Mitch Gerards es muy bueno, la composición de
página funciona muy bien para las escenas que plantea King y las expresiones
faciales en general acompañan la tónica adulta en la que parece embarcarse esta
historia.
Como primer número de una miniserie está muy bien. En mi
caso particular me gusta mucho el personaje y me interesa saber cómo sigue esta
aventura pero tal vez a un lector ocacional puede que este primer comic no lo
seduzca lo suficiente como para leer el número dos.
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